Thursday, March 27, 2008

Outbreak

Hay dias en los que uno esta en sintonia con el mundo: caminas y la gente te abre paso, te tocan todos los semaforos verdes, lo que tenes puesto te queda bien, tu voz se oye linda y te gusta la forma que encontras para expresarte, la gente te habla y te sonrie, te sentis bien, vas liviana y como trotando, cada paso es firme y seguro y estas sin duda con viento a favor.
Hay otros dias en los que todo es cuesta arriba, el jean te aprieta, siempre estas mal parada o estorbando, lo unico que escuchas es "permiso" o gente que suspira mientras te esquiva por la calle o a la espera del subte, sos una masa pesada y perdida, frenas en cada esquina porque no estas segura de estar caminando en la direccion correcta, entonces te quedas quieta a dos pasos del cordon, miras para atras y para adelante, das la vuelta y caminas tres pasos en la direccion opuesta, deducis que no, giras otra vez y seguis para adelante o quizas para atras, la gente a la que le preguntas no frena y te contesta que no tiene idea o sacude la cabeza mientras sigue con el paso apurado, entras a un negocio a comprar algo y te volves invisible y siempre atienden a otros antes que a vos, no podes hilar una frase coherente ni para comprar un cafe, tu voz es fragil, abris tu billetera y todo se cae al piso, arrastras tu abrigo y vas con los cordones desatados, te tropezas con una baldosa floja o das un mal paso y te doblas el tobillo, te perdes el colectivo por un segundo, la puerta del subte se te cierra en la cara, te agarra un ataque incontralable de tos o estornudos en un lugar publico, esperas el ascensor y despues de diez minutos te das cuenta de que te olvidaste de llamarlo, pedis algo en voz baja en la farmacia y el que te atiende le grita a su colega si se lo puede traer mientras sentis que la cara te quema y deseas estar en tu casa con una taza de te en la mano o en una isla desierta o six feet under.

Las malas noticias me pegan como el orto. Lo mas raro es que mi primera reaccion siempre es la risa. Una risa nerviosa, con un leve movimiento de la cabeza. Despues la risa se va apagando, la cabeza se mueve cada vez mas despacio hasta ponerse en punto muerto, los ojos clavados en el piso, una mirada hacia arriba, casi sin levantar el menton y con la frente fruncida, la ceja izquierda se levanta un poco y aparece una sonrisa timida, un rostro que pregunta sin hablar si todo esto no se trata de un mal sueño, un silencio que es un puñal que borra la sonrisa hasta que aparece esa cara de nada, esa de gestos duros y ojos congelados.

Afuera el cielo azul, camino como un robot, me pregunto si alguien se dara cuenta de que la bufanda de colores alrededor del cuello es realidad una soga que me aprieta y me ahoga.

Alguien escribio con aerosol en la esquina de mi casa: Love life.

Saturday, March 22, 2008

De como me amigue con Yoko Ono

Interrumpo mi huelga bloguera con unos renglones (uy, como cuesta escribir por estos dias!). Ayer caminaba por Prince y me meti en una libreria preciosa. Y como tenia tiempo, me sente a leer y disfrutar de esos libros tan bonitos pero tan caros que admiro solo en mis visitas semanales a Barnes & Nobles. Amo esa costumbre, aca es lo mas normal del mundo sentarse en el piso de una libreria y quedarse horas leyendo. Los libros de arte (ay, los libros de arte) son tan hermosos. Me dan ganas de comprarme todos. Toditos todos. Por estos dias me cuesta escribir, me cuesta leer. Ando peleadisima con las palabras. Pero el arte, y los libros de arte, bueno, no hay bloqueo que valga. Me puedo pasar horas (3 horas 15 minutos ayer, por ejemplo- that's what I call a fun friday night) en el piso metida en otro mundo.


Ahi estaba, sentada entre tanta genialidad, cuando me tope con un libro pequeñito, finito, liviano y no tan caro. El libro se llama "Letters to a young artist". Son respuestas de varios artistas a la carta de un "young artist" viviendo en Nueva York y tratando de encontrar su camino mientras enfrenta situaciones como competencia, precios de estudios, el desafio de poder mantenerse fiel a sus ideas y al mismo tiempo responder a las demandas del mercado del arte hoy, en fin: cartas y cartas en donde diferentes artistas exponen su vision de como, por que y para que.

Abri el libro y empece a leer una carta al azar. Era la de Yoko Ono. Y decia asi:

To a Young Artist,

You could be 18, 30 or 50, you are young to have decided to be an artist at this time in your life. First let me congratulate you on your choice. From here on, you enter the endless magic life of being an artist.
The world is your oyster: It will provide you with unlimited material for your art. Look at it again from that point of view. Suddenly the world is a different place, so interesting, so beautiful, and so mysterious. Have fun with it. And share your fun with us.
You, as an artist, will unfold the infinite mystery of life and share it with the world. It may be just two people your work will communicate to. Don't be upset. Be upset if you are not happy with your work. Never be upset about how many people have seen it, or how many reviews it has received. Your work will exist and keep influencing the world. Moreover, your work will keep changing the very configuration of our world no matter what kind of attention it gets or doesn't get. So even when you are an unkown artist, be caring of what you make and what you give out. Your work, no matter what, affects the world, and in return, it brings back 10 times what you've given out. If you give out junk, you get back junk. If you give out confusion, you will give yourself confusion. If you give out something beautiful, you will get back 10 times more beauty in your life. That's how it works.
You are now like a tree in the park. Your existence is making the city breathe well. So relax and be yourself. Rely on your instinct and your inspiration. Go with it!
By the way, my thanks to you for being an artist. I am aware that I will be one of the many, many people who gets the benefit of your decision. I wish you great success.

I love you!

Yoko Ono
New York

Me conmovio. Entonces lei otra, y otra mas. Y llore un poquito, y me rei otro poquito, y me di cuenta de que cada una era genial, de que queria leer todas, de que eso que tenia en mis manos me pertenecia y habia sido escrito, tambien, para mi.

Con una emocion tremenda, junte 15 dolares de mi billetera y pague.