Pum para arriba
No hay que agrandarse tanto.
Pero bueno, ahi iba yo, caminado por la marina, solita con cuatro hombres, pelo suelto y anteojos nuevos supercool, pollerita, musculosa y olor a hawaian tropic. Ya me sentia en verano, y que mejor que estar a punto de irme a navegar con ustedes, chicos.
Sube uno, sube otro, y acercate y pasame las birras, ahi va mi bolso tambien, y de repente todos arriba y solo falto yo. Che, por que no me tenes los anteojos que no da para que se caigan mientras cruzo. Dale.
Pasan los anteojos.
Paso yo, haciendome la penelope glamour, y que satisfaccion al sentir que mi pie toco la escalerita. Alivio, porque obviamente sabia que mi torpeza era capaz de traicionarme. Era facil, dije sonriendo, sonrisa que se fue transformando a medida que la escalerita se empezo a ir para atras y ya era tarde, muy tarde: supe en ese segundo que no habia reflejo que me salvara. Splash.
Pollerita y musculosa empapadas, pelo con olor a rio, y los chicos absolutamente felices con el blooper.
Por lo menos llegue a salvar mis anteojos. El orgullo, hundido.
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