Trece anios
El antonimo de olvido, en vez de recuerdo, no sera justicia?
Vacaciones de invierno. Me desperte y encontre a mi mama frente a la tele. Me dijo, con los ojos llorosos, que exploto la AMIA. Yo no sabia lo que era la AMIA. Me explico, con los ojos llorosos, y yo escuche, con los ojos llorosos. Enseguida recorde el dia en el que, solo dos anios antes, habia vuelto del colegio y me habia contado apenas apoye mi mochila en el piso, que habian puesto una bomba en la emabajada de Israel. Ese dia tenia 11 anios. Este otro, 13. Y no entendia como en dos anios sufriamos otra vez, en nuestro pais, un atentado terrorista. Como era posible que en este, nuestro pais, que habia abierto las puertas a tanta gente que llegaba para tener una vida mejor, pasaran estas cosas. Odio, discriminacion. Ignorancia. Al rato llego mi papa de la oficina. Nunca me voy a olvidar de sus palabras. Conto que recibio varios llamados de condolencias. Dijo que, aunque los llamados siempre eran bienintencionados, tuvo la necesidad de contestarle a cada uno de ellos que no debian sentirlo por el o por los juidos que conocian. Que debian sentirlo por ellos mismos. Que esto no les paso a los judios. Esto nos paso a todos.
Claro que los medios no pensaban lo mismo. Pasamos dias pegados a la tele, a los diarios, hablando. Cosas como que "tambien murio gente inocente" me erizaban la piel. Aunque, por otra parte, varios grupos salieron a ayudar, cada uno desde donde pudo: miles de personas donaron sangre, removieron escombros, escribieron libros, hicieron documentales, hablaron con sus alumnos, con sus hijos, con sus amigos, se sumaron a los reclamos de justicia, expresaron claramente que esto no podia volver a suceder nunca mas.
Al dia siguiente fui con toda mi familia al primer acto en repudio del atentado y al pedido de investigacion y justicia. El dia estaba gris, y miles de personas agrupadas bajo paraguas escuchaban, reclamaban y sentian. Creo que es la primera vez que vi a mi viejo llorar.
Despues tuve la oportunidad de hablar con varios familiares de las victimas. Tambien con sobrevivientes. De escucharlos en actos, y de tener conversaciones intensas con algunos de ellos.
Y, despues de trece anios sin respuestas, puedo concluir con dolor y con tristeza que, al final, todos los argentinos somos un poco victimas y un poco sobrevivientes.
Vacaciones de invierno. Me desperte y encontre a mi mama frente a la tele. Me dijo, con los ojos llorosos, que exploto la AMIA. Yo no sabia lo que era la AMIA. Me explico, con los ojos llorosos, y yo escuche, con los ojos llorosos. Enseguida recorde el dia en el que, solo dos anios antes, habia vuelto del colegio y me habia contado apenas apoye mi mochila en el piso, que habian puesto una bomba en la emabajada de Israel. Ese dia tenia 11 anios. Este otro, 13. Y no entendia como en dos anios sufriamos otra vez, en nuestro pais, un atentado terrorista. Como era posible que en este, nuestro pais, que habia abierto las puertas a tanta gente que llegaba para tener una vida mejor, pasaran estas cosas. Odio, discriminacion. Ignorancia. Al rato llego mi papa de la oficina. Nunca me voy a olvidar de sus palabras. Conto que recibio varios llamados de condolencias. Dijo que, aunque los llamados siempre eran bienintencionados, tuvo la necesidad de contestarle a cada uno de ellos que no debian sentirlo por el o por los juidos que conocian. Que debian sentirlo por ellos mismos. Que esto no les paso a los judios. Esto nos paso a todos.
Claro que los medios no pensaban lo mismo. Pasamos dias pegados a la tele, a los diarios, hablando. Cosas como que "tambien murio gente inocente" me erizaban la piel. Aunque, por otra parte, varios grupos salieron a ayudar, cada uno desde donde pudo: miles de personas donaron sangre, removieron escombros, escribieron libros, hicieron documentales, hablaron con sus alumnos, con sus hijos, con sus amigos, se sumaron a los reclamos de justicia, expresaron claramente que esto no podia volver a suceder nunca mas.
Al dia siguiente fui con toda mi familia al primer acto en repudio del atentado y al pedido de investigacion y justicia. El dia estaba gris, y miles de personas agrupadas bajo paraguas escuchaban, reclamaban y sentian. Creo que es la primera vez que vi a mi viejo llorar.
Despues tuve la oportunidad de hablar con varios familiares de las victimas. Tambien con sobrevivientes. De escucharlos en actos, y de tener conversaciones intensas con algunos de ellos.
Y, despues de trece anios sin respuestas, puedo concluir con dolor y con tristeza que, al final, todos los argentinos somos un poco victimas y un poco sobrevivientes.
7 Comments:
Hace trece años, me despertó un sonido que nunca antes había escuchado.
No sabía que era, y mi mamá tampoco sabía que era.
Pensamos que había explotado una garrafa en el lavadero de coches de atrás de casa.
Pero al encender la tele, vimos que había sido la bomba de la AMIA.
Yo tenía 6 años, y no entendía muy bien todo. Sólo tengo el recuerdo de Guinzburg en su programa ("3.60", creo que era)mostrando las imágenes de gente siendo sacada de entre los escombros.
Años después fui encontrando más información en mi camino.
Pero sigo sin entenderlo. Y es que no hay nada que entender. Porque es incomprensible cómo alguien puede creer que soluciona algo matando a otras personas.
Destruyendo.
Sí, todos somos víctimas y todos somos sobrevivientes.
Pero sobretodo, somos memoria.
Porque olvidar significa que puede volver a pasar.
Nunca más.
Fue horrible.
Yo tenía 17 años. Mi abuela lloró. Mi abuelo lloró. Mi tío no aparecía. Después resultó que no estaba ahí.
No voy a olvidar las llamadas preguntando: ¿Están todos bien? ¿Todos en casa?
No voy a olvidar en los subtes cuando alguna gente decía...estos judios...
No voy a olvidar la sensación de terror. De impotencia.
Y de no poder pasar por esa calle durante mucho tiempo.
Gracias, Urala, por este post.
"...Y, despues de trece anios sin respuestas, puedo concluir con dolor y con tristeza que, al final, todos los argentinos somos un poco victimas y un poco sobrevivientes..."
Y algunos un poco cómplices. Como me gustaría que se destape la olla y que caigan todos.
Nunca pude creer que fueran capaces de hacer algo así. Menos dos veces.
Argentina siempre me pareció como un lugar de puertas abiertas y resulta que no era así.
Un saludo.
Por post como este es que nunca dejaria de tener al blog de Uralita entre mis favoritos.
Sabe del afiche que se diseño por los 13 años? Me parecio tan fantástico que lo postee ayer.
un saludo!
Hace 13 años cuando me entere por la radio que habian puesto una bomba en la AMIA, fui con mi hermano hasta el centro a ayudar. Me quede hasta el dia siguiente pasando medicamentos, llevando camillas. 2 dias despues me recibi de psicóloga, y senti que esa tambien era mi contribucion. Porque los que quedamos somos muchos, no nos olvidamos de lo que paso y seguimos adelante. Gracias por el post.
me gusto la idea de acordarse que hacía cada uno hace 13 años. http://lraggio.blogspot.com/2007/07/bombs-away.html pienso en todo lo que pasó desde ahi y se me hace muy injusto que la gente que murio porque sino los haya podido disfrutar.
Y que los culpables y encubridores esten sueltos me revuelve el estomago.
me encantaron estos comments, me encanta ver que el tiempo pasa pero somos varios los que no nos vamos a olvidar nunca. Me encanta leer las sensaciones, experiencias y recuerdos de otros.
Tenes razon, luciano, y estaria bueno que cada vez, como pueblo, dejemos de ser menos complices de esta y todas las atrocidades que pasan mientras estamos cruzados de brazos.
besos para todos.
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