El abuelo Alberto

Hace siete anios se murio mi abuelo. Siete y un dia, en realidad. Llore mucho cuando se murio, no se bien por que. No eramos muy cercanos. Tenia 18 anios y fue la primera muerte que vivi, que me golpeo directamente. Mentira, creo que entendi la muerte a los ocho anios, cuando un chico de la primaria tuvo un accidente. Y acompanie a varios amigos en perdidas de familiares. Pero esto era diferente. Esta vez era yo la que recibia las llamadas, los mensajes, los abrazos. Rara la muerte y raros los rituales en torno a la muerte.
Salia de mi primer dia de facultad, alla por el 99, y mi novio de ese momento me fue a buscar. Insistia con que volvieramos a mi casa, y yo que no, que primero quiero comprar unos libros, y el que dale, que vamos a tu casa y depues te acompanio. El sabia, despues lo supe. Mi hermana lo habia llamado para que me llevara a mi casa.
Llegue, ahogada del calor. Me servi un vaso de agua y agarre una galletita de limon, esas Havanna de limon. Mientras la tragaba mi hermana bajo corriendo y me dijo "se murio el abuelo". Nunca mas pude ni oler esas galletitas. Increibles las asociaciones que uno hace. Para mi esas galletitas tienen gusto a muerte.
Esa noche tuve un suenio extranio. Lo recuerdo perfectamente. Entraba con toda mi familia a un cuarto donde estaba mi abuelo, sentado. Me explicaban que uno se enteraba de que esto existia recien cuando se le moria el primer familiar. Cada vez que alguien de la familia se moria, todos los parientes directos tenian 24 horas solos en un cuarto para decirse lo que quisieran. Uno no estaba obligado a estar en el cuarto, aparecia ahi junto a toda la familia pero habia una puerta de salida y uno era libre para usarla. El unico tema era que una vez que se salia no se podia volver a entrar. En un momento yo no me daba cuenta y abria la puerta y quedaba del lado de afuera, perdiendo para siempre mi posibilidad de preguntarle y contarle cosas a mi abuelo. Esa ultima oportunidad.
Creo que por eso llore tanto cuando se murio. Senti una doble perdida. Por un lado, la muerte de la persona fisica, la persona que ya nunca mas veria. Por el otro, y mas doloroso aun, la peor de las perdidas: la muerte eterna de la posibilidad de acercarnos y conocernos de verdad.