Free pass
En un momento de la secundaria estaba de moda ser tarjetero de boliche. Los chicos se creian super capos, caian a clase con pilas de tarjetas que chorreaban grasa, y se la pasaban haciendo listas y preguntando si ibas el sabado o no. Algunas minas tambien eran tarjeteras. En el boliche de la zona los duenios eran impresentables. Querian una adolesecencia eterna y hablaban con los pendejos de 15 con indisimulables ganas de absorberles la energia y una envidia verdaderamente patetica.
Obviamente y con orgullo digo que nunca en la puta vida se me ocurrio ser tarjetera, que aborrecia a todos los que se creian cool por ser amigos del duenio del boliche y en especial a las minas que se enlataban el culo en una micromini solo para que el pajero de turno las dejara pasar gratis.
Un precio demasiado alto para un free pass.
La dignidad a la modica suma de diez pesos, en cambio, era absolutamente accesible.
Obviamente y con orgullo digo que nunca en la puta vida se me ocurrio ser tarjetera, que aborrecia a todos los que se creian cool por ser amigos del duenio del boliche y en especial a las minas que se enlataban el culo en una micromini solo para que el pajero de turno las dejara pasar gratis.
Un precio demasiado alto para un free pass.
La dignidad a la modica suma de diez pesos, en cambio, era absolutamente accesible.
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