El aguante (alta fidelidad)

Ser infiel y contarlo y que te perdonen pero no, que todo cambie y de repente te des cuenta de que nunca mas vas a poder ver con el una pelicula o comentar un libro con total libertad, ni siquiera una novela pelotuda en un zapping de domingo, siempre eso en el aire, entonces sabes en ese segundo lo que esta pensando y no podes evitarlo, se te tensan todos los musculos y se te altera la respiracion mientras con la mente te repetis una y otra vez que ya estan bien y tratas con esfuerzo de que todo este tranquilo y te queres mostrar natural, pero cuan natural podes ser si sentis que ya no vas a poder escuchar canciones con letras alusivas al pedazo de cagada que te acabas de mandar y que trataste de explicar diciendo que tampoco te servia ser infiel con vos misma y ahi fuiste, pero a la vez que perdon y nunca mas y sos vos y nadie mas que vos y todo un drama adolescente y guionado, excedido de portazos y cliches, al que te entregas por inexperta pero, aunque aun no lo sepas, con los años te resultara impensable, igual falta para eso todavia y ahi sos un manojo de contradiciones, crees que ese amor es el amor, cedes ante predicciones como que nunca nadie mas te va a querer asi, alternandose con que no podes ser tan hija de puta, y vos que no entendes si la maldad es eso, no te das cuenta si fuiste mala, si el es malo, si existen los malos y los buenos, si la gente no comete infidelidades de todo tipo y calibre a diario, tanto peores, y no puede verlo y niega y tapa y cubre, y te haces estas y otras preguntas mientras estas ahi jugando el mismo juego todavia con manual de instrucciones en mano, con la sensacion de que ya no vas a volver a compartir con el nada de esto sin sentir que a la primera escena o cancion en donde entre un tercero se te va a salir el corazon, entonces se te transforma la cara y el nudo se agranda mientras esa mano se aleja lentamente de tu pierna, y es ahi cuando entendes que en realidad perdonarte hubiera sido mandarte a la puta madre que te pario de una, un dolor profundo pero de un tiron. Pero el te conocia demasiado y sabia que para vos no habia peor castigo que un desenamoramiento en cuotas, ese maldito desgaste de pocos besos y muchos roces, menos copas de vino y muchos mas ronquidos, mar de fondo y orsai de medianoche.