Sunday, July 13, 2008

El amor, primera parte

A mi me gusta el quilombo. El quilombo de la mesita del living llena de vasos y ceniceros, de visitas inesperadas con cervezas frias, de improvisar una cena con lo que hay porque se hicieron las once y ninguno de los ocho presentes comimos en todo el dia.
A el no. No es que no le gusta per se, le encanta invitar gente y le encanta salir, lo que le jode es el quilombo espontaneo. A el le gusta elegir cuando quiere ser parte, le gusta armar el quilombo, y sin embargo, detesta que se arme quilombo alrededor suyo cuando el quiere estar tranquilo.
Lo entiendo. Lo respeto. Todo bien. El tema es que el quiere estar tranquilo muchas de las veces en las que yo amaria estar echada en el sillon con mis amigos. Yo entiendo que el estudia y trabaja de lunes a lunes (been there, done that), y soy considerada de sus tiempos y necesidades (segun mi objetivisima mirada). La cuestion es que a lo mejor fui considerada (o pelotuda) en situaciones en las que quizas deberia haber armado mi quilombo a pesar de todo, porque por tratar tanto de que esta fuera nuestra casa por momentos senti que dejo de ser un poco mia. Porque ademas de nuestra, tiene que ser mia y suya, que no es lo mismo.

Yo estaba feliz con la decision de vivir juntos, incluso ahora, en el medio de este mar de dudas y preguntas, sigo estando feliz con mi decision. Pero con las ganas de que todo funcionara bien (o el miedo de que todo se fuera al carajo, o la fobia de vivir con alguien) deje cosas que para mi eran importantes. Muy loco compartir el espacio con una pareja, cualquier persona que se mude con su lover y me diga que todo es maravilloso todo el tiempo todos los dias me cae automaticamente como el orto. Que se yo. Es dificil a veces adaptarse a nuevas formas de vivir en un mismo espacio. Me pregunto, si nos hubieramos mudado a un departamento nuevo, hubiera sido diferente? Digo, el se mudo a donde yo ya estaba viviendo, viviendo alegremente con mi quilombo espontaneo, con mis puertas abiertas, con mi "queres subir un rato?". Y llego el con su orden y limpieza, con su "avisame si hay alguien" y su "hablemos mas bajito". Che, que tampoco me hago la Paris Hilton, yo tambien amo estar sola y necesito mis momentos de hacer lo que se me canta. Pero que pasa cuando sus necesidades y las mias se contraponen tan seguido? Como se resuelve?

Siempre me dio lastima la imagen de la minita que espera a que el novio se vaya de viaje y se embaraca en una semana maraton tipo bariloche. Tanta energia contenida tenias, corazon? Que te estaba reteniendo? Y de repente me encuentro a mi misma rodeada de cuarenta amigos en el sillon cada dia de la semana que el se fue. En que me converti? Clave para mi felicidad conyugal: un tipo con el que me sienta 100% comoda. Es un concepto amplio, pero yo me entiendo, y en este caso, eso es lo unico que me importa. Mirando para atras, tengo una lista larga de hinchapelotas: al que le molestaba que yo no fuera virgen, el que se enojaba si me fumaba un porro, el que siempre tenia algun comentario que hacer acerca de mi escote o el largo (o corto) de mi pollera, el que no se bancaba a mis amigos varones. Y como yo siempre segui haciendo lo que se me cantaba el culo (soy flexible y estoy dispuesta a cambiar, pero si me venis con esas pelotudeces, lo unico que voy a cambiar es de novio). Asi aprendi que los hinchapelotas no son para mi, y te juro que me compadezco por todas esas minas que estan con tipos que las vuelven locas con pelotudeces. Pero bueno, ellas lo eligen. Digo, cada uno es libre de elegir con quien compartir su vida, y yo se que quiero una vida libre de hinchapelotas. Con R me flasheo eso, a el le gustaba como soy, asi con mi desorden y mi larga lista de fallas tecnicas. El lugar a lo imperfecto lo hizo perfecto para mi. Y yo tambien cambie y por primera vez me enamore de cosas que antes me hubieran reventado (ojo que yo tambien fui hinchapelotas mental, aunque nunca se los dije, a uno le corte porque me molestaba que dijera "me entendes lo que te quiero decir?" cada tres frases, a otro porque me irritaba como se abrochaba la camisa, y a uno porque no aguantaba que la madre le hiciera masajes cada vez que hablabamos por telefono. Para, ese no era de hinchapelotas, no me vas a decir que con ese ultimo no tenia razon).

Volviendo a la convivencia, creo que mis imperfecciones dejaron de ser dulces o divertidas y pasaron a irritar a mi querido concubino. Y tambien, cosas que yo no considero imperfecciones de mi misma comenzaron a resultarle imperfectas a el. Y asi.

Por primera vez en los cuatro aƱos desde que me fui de Buenos Aires, me siento oprimida. Mi pareja me oprime? Soy una idiota. Yo me oprimo. Es obvio. Al final uno es el unico responsable de sus interacciones con los demas. No de todo lo que pasa, pero si de como uno mismo actua y reacciona ante la situacion. Si estas oprimida nena, no se, desoprimite. Pensa que mierda es lo que te tiene mal y cambialo. Hay que dejar de ponerse en situaciones en las que uno no se siente bien. No hay que quedarse pegados con pelotudeces. A veces hay que abrir y operar.

Ayer tuvimos una charla alucinante. Liberadora. Fuerte tambien, que, como era de esperarse, no todo lo que se dijo y se escucho fue de lo mas halagador. Pero fue una conversacion real, honesta, profunda, y por momentos, hasta graciosa.

Hay que ver como evolucionan las cosas.

Este es, me parece, uno de los capitulos clave en mi conflicto actual.

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