Balancing act

Entrar en mi ultima semana neoyorkina me produce un vertigo tremendo. Hace un mes que la salud no acompaña, y yo no puedo no asumir que mi cuerpo baja las defensas cada vez que se viene una relocation. Relocation that leads to another type of re-location, podriamos decir. Y cuando yo empiezo a sentir que me estoy volviendo loca, surge esa necesidad de equilibrio, de balance. Como rompo las pelotas con el balance. Desde de chica es un concepto que, reciclandose y adaptandose a etapas y estados diversos, esta presente. La idea del balance surge siempre que algo se cierra y, claro, algo se abre, mas aun cuando eso que se abre es todavia una turbia nube repleta de nada. O de tantas cosas todas mezcladas que me es imposible distingurilas todavia. Y a mi la nada y las cosas mezcladas me dan vertigo pero tambien me excitan.
Balance. Por que sera que cada vez que cambio violentamente de entorno, zas, enferma. Esta vez fue el turno de la bronquitis, tan grasa mi enfermedad que de lo mucho que tosi me rompi un musculo que cubre las costillas y tuve que, ademas de andar escupiendo mocos verdes por doquier, enfajetarme con una banda elastica para que no se me muevan los musculos. Ay, tan poco glamour y tanto dolor, no tengo palabras. Y sin la salud tampoco hubo dinero, porque, claro, no podia trabajar. Y sabemos, el dinero no es todo pero como ayuda. Asi que sin salud y sin dinero no me quedo otra que refugiarme en los brazos del amor. Que igual -para para paraaaaa- bajemos tres cambios que esa palabra me produce urticaria. Llamemoslo algo simil-amor. Bueno, mi simil-amor se lama R, es israeli, mazel tov, oy oy oy oy, to life, to life, lejaim. Creo que lo mencione *alguna vez* en este blog.
El tema es que medio como que nos olvidamos del tiempo y nos pegoteamos un poco. Buenisimo pero muy bizarro. Encontrarme abriendome asi con alguien que "i barely know" me sorprendio. Y el miercoles, ponele, como que me empezo a fastidiar. Todo, pero *todo* me irritaba. Y me sentia, claro, una fuckin' bitch, porque como podia molestarme algo de este hombre tan bueno. Me empece a cerrar. Me empece a preguntar si me estaba cerrando asi porque ya me iba, lo cual enseguida me llevo a preguntarme si me habia abierto tanto en primer lugar porque ya me iba. El jueves a la noche estabamos en su casa, yo con tos, mocos y una mala onda atroz. Bah, ni siquiera mala onda, sino en un de mis estados de "quiero paz". Se lo tuve que explicar, porque es una emocion que tengo identificadisima, tanto que le puse ese nombre hace miles de años luz. "Quiero paz", asi se llama. Me pasa muy de vez en cuando, y es asi: la sensacion es como que mi alma esta muy cansada, entonces se va de mi por un ratito. No se adonde se va, a limpiarse un poco, a descansar. Y siempre vuelve, y yo la espero. Pero mientras la espero (espera que en general dura un par de horas) solo me puedo limitar a respirar o comer o dormir. No mucho mas. Nada de interacciones, ni de musica, ni de tele, ni de escribir, ni de reirse, ni de llorar. Me quedo sin alma y solo me queda esperarla, y desear que vuelva limpia. En general trato de estar sola cuando advierto que se viene un momento de estos, pero a veces, pum, se va mi alma y yo tengo a alguien al lado. Entonces tuve que inventarle un nombre para poder explicarlo, y por suerte en general la gente es de lo mas comprensiva. Y claro, como vas a ser cruel con alguien que te esta contando que espera a que su alma cansada le vuelva al cuerpo. Si tenes alma, tenes que entender. Y si no, acostate al lado mio, y "quere paz" tambien.
Pero imaginate que tan irritable estaba en los momentos previos a que mi alma se fuera que todo me enojaba. Y como todavia la cabeza me funcionaba mas o menos bien, me controle y no lo dije, porque era conciente de que eran enojos de caprichosa y el no se merecia ni un octavo de esa locura. Of all people, le voy a venir a romper las pelotas a el, como se me ocurre. Con la paciencia que me tuvo. Y me siento mal y me hace sopa y de repente me doy cuenta de que me enferma el ruido que hace cuando toma la sopa. Y lo miro y me exaspera que tenga el calzoncillo descocido. Entendes? El calzoncillo descocido, que loca. O si, te puede molestar, pero no es para que tu alma se vaya. Pero, claro, eso fue el *short term cause*. Por suerte, -por suerte-, no le dije nada como "me molesta como tomas la sopa" o "cosete ese calzocnillo, nene". Solo dije "quiero paz".
Dos horas despues (imagen: el estudiando, yo en la cama esperando mi alma) volvio. Balance. Me acerque y le di un beso. El me abrazo y me dio otro. Me miraba raro, creo, porque en el fondo le habra parecido una locura. Que se yo. Tomamos te con galletitas, charlamos, nos reimos. Nos lavamos los dientes y nos dormirmos abrazados.
Son las 9.45 de la mañana y en este momento tendria que estar entrando a clase. Mis ultimos dos dias de clase. Me costo ir estos dias, me costo levantarme, me costo pintar. Ando medio sensible y me da miedo pintar desde ahi. Como mis antiguos bloqueos, a veces me da miedo expresarme cuando siento esa nube de cosas todas mezcladas. Estoy pintando un cuadro gigante, con gris y violeta y papel. Y se ve todo como una mancha, una mezcla medio extraña en donde hay demasiada informacion. Creo que lo voy a dejar por unos meses y lo retomare cuando vuelva, que es esa ansiedad de terminar por terminar. Y si en febrero se me da por tirarle un monton de pintura encima y hacer algo *totalmente distinto* no importa: yo voy a saber que es lo que hay abajo de esas capas.
Es tardisimo y, como siempre, mis balances no son de lo mas oportunos. Me sente en camison y empece a escribir cuando tendria que estar en mi anteultimo dia de clase y resolviendo cuestiones varias. Justo ahora nena, que tenes que irte a hacer un millon de cosas, se te ocurre ponerte a intentar entender o explicar. Hacer un balance que, como consecuencia, desbalanceara un monton de otras cosas.
Como para estar en equilibrio, si, pero tampoco tanto.