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With your feet in the air and your head on the ground
Try this trick and spin it, yeah

Siempre sostuve que la miopia que me acompaña desde chica es, en gran parte, la que me permitio desarrollar la imaginacion. Porque te juro que yo veia cualquiera. A la noche dormia con la luz del baño prendida y la puerta del cuarto abierta, y desde mi cama la aspiradora era una especie de dragon, por ejemplo. Y tanto confiaba en mi percepcion de las cosas que aunque a la mañana siguiente pudiera ver que se trataba de la aspiradora, no podia unir ambas imagenes y mucho menos creer o considerar que yo habia visto mal. El pensamiento era mas como "aca adonde ahora hay una aspiradora, ayer habia un dragon". Y asi cada dia y cada noche. Con el tiempo la imaginacion se extendio de manera bizarra y casi patologica a varios aspectos de mi vida: el mundo es un teatro y todos son actores menos yo. El objetivo ultimo es matarme, y el *juego* dura hasta que yo me de cuenta de que todo es un juego. Lo que ellos no saben es que yo ya se todo, asi que ahora vengo con mi estrategia: hacerles creer que no se. Hacerme la boluda. Tratar de enterarme de todo para despues poder hacerme la que no se nada. Manejar informacion con absoluta discrecion. Porque si sabes siempre tenes mas herramientas para hacerte el que no sabes. Si de verdad no sabes, siempre esta la opcion de que digas algo que haga a ellos creer o sospechar que en realidad si sabes, y ahi bueno, game over. No quedaba mas remedio que engañar a todos los que me engañaban. Y nunca, nunca decirle a nadie que *me quieren matar* porque ahi bang bang estas liquidada. Asi hasta lo 10 años, ponele. Edad en la cual resolvi con un pensamiento medio si estamos en el baile, bailemos. Decidi que si todo esto se trataba de un juego, me tenia que relajar y jugar, y si me mataban, bueno, me mataban, pero hasta ese entonces yo no iba a sufrir. Y asi se fue perdiendo esa idea. Claro, perdiendo es un decir, quizas se fue reciclando. En otro momento me atormentaba con mensajes que se disparaban en mi mente. Pensamiento del estilo: si no le pego a esta pelota me voy a morir. Y enseguida salia "la otra voz" a decir "no, no, anulo ese pesamiento, no se de donde salio pero eso no salio de mi". Del orto estaba. Si pudiera reproducir los dialogos y los conflictos que tuve entre esas dos voces. Pero juro que no hablo metaforicamente, esto me pasaba de verdad. Eran dos voces que *tiraban* ideas. La primera voz era la mas bizarra, porque salia siempre con cosas terribles y la segunda voz tenia que salir al rescate, a anular enseguida todo lo que me dictaba la otra. Un dia me canse y decidi que la segunda voz iba a hablar por ultima vez, que no podia anular cada mal pensamiento que tenia. Entonces hablo la segunda voz con todo su poder y dijo: "De aca en adelante quedan anulados todos los pensamientos que prometen malas consecuencias". Y me empece a reconciliar con los malos pensamientos. A escuchar lo que queria, a ignorar lo que queria, a darme cuenta de que el solo hecho de pensar en algo no lo convertia en real y a entender que mi mente funcionaba asi y bueno, habia que vivir con eso.
Toda una infancia asi. Alegre, genial, tambien. Pero llena de ideas oscuras. De manos que vivian abajo de la cama, como varios chicos, y de caracoles gigantes con ametralladoras, como ningun chico que jamas conoci.
Estar a punto de dormirme y escuchar como los aviones volaban por encima de mi casa. Y claro, primero se escuchan bajito, porque vienen desde mas lejos, y de golpe el ruido se va haciendo mas y mas fuerte. En mi cabeza la imagen era, obviamente, no la de un avion que estaba pasando cada vez mas cerca de mi casa, si no la de un avion que se estaba cayendo sobre mi cuarto. El ruido se hacia mas fuerte porque ese avion se caia. Se me alteraba la respiracion y tenia pensamientos parecidos a algun tipo de rezo, y solo me aliviaba cuando otra vez se empezaba a alejar. Se aleja. Me salve.
Asi miles. Como la vez que jugaba con un telefono de plastico y llame al doctor y me contesto un voz del otro lado. El miedo de dejar un muñeco nuevo en el cuarto y que los viejos se lo coman. Las obsesiones con los numeros, la busqueda de secuencias pares e impares -y hasta de diferentes formas geometricas segun el dia- en actividades cotidianas.

Todavia me sorprende ver que me converti en una persona adulta medianamente normal.