Algun lugar encontrare

El tiempo y la distancia ya no existen para mi,
Lo dejé todo aunque todo lo recuerdo muy bien
Y a fuerza de partir voy a saber lo que es volver y volver.

6 de la mañana de mi ultimo dia en Buenos Aires, todavia no hice la valija, todavia no me acoste. Siempre odie hacer valijas, soy mala, desordenada, poco practica, muy lenta. El dia antes de irme siempre es extraño, y llevo varios de estos en los ultimos dos años y medio: vivo aca y alla, resaltando el vivo. Este dia que es final y comienzo, tanto como cualquier otro pero de forma distinta, este dia en el que atravieso infinitos estados de animo, que puede empezar con una tostada con queso, seguir con un llamado de mi abuela, unas compras en la farmacia, intentos frustrados de armado de valija, té que deviene en cena con amigas, y un llamado suyo a las 23.00hs que se extiende de manera cobarde hasta la 1.30, hora en que finalmente decidimos acortar las 15 cuadras que nos separan. Click y a los cinco minutos ring, un abrazo nervioso, y a mi me dan vueltas en la cabeza sus palabras del viernes mientras mi mente proyecta imagenes de reencuentro de un martes. Este martes, mañana martes en el West Village. Fumamos en el jardin, charlamos, nos cuesta, nos cuesta mirarnos y nos cuesta no mirarnos. Empezamos a tener frio, ahora estamos en el sillon, Sabina canta y nos vamos acercando mientras sabemos que nos estamos alejando otra vez. Me roza la mano y entiendo todo, entiendo porque no lo vi todos estos meses, porque Martinez era tan lejos como Nueva York. Nos decimos algunas cosas, nos callamos otras, nos queremos mucho. Me acaricia la cabeza, me abraza con fuerza, yo me acurruco en su pecho y por un minuto deseo que el minuto sea eterno. Bajo mi mano y acaricio su panza: una panza conocida pero lejana, un cuerpo que esta hoy en mi sillon pero que ahora recorren otras manos, otros ojos y otra boca. Pienso en el cuerpo de R, en mi sensacion cuando lo acaricio, cuando lo beso, cuando lo abrazo. Siento ansiedad, ansiedad por saber si todo esto es real o solo existe en mi cabeza. Nos volvemos a abrazar con todo el cuerpo, me dice que me extraña, le digo que yo tambien. Lo extraño pero me quiero ir, sin dudarlo ni un segundo. Estoy completamente enamorada de mi vida de alla, y quizas, tambien, este enamorandome de R. No lo se. Mi cabeza sobre su hombro, un contacto familiar, cierro los ojos y entre cancion y cancion lo escucho respirar. Por momentos se queda dormido y ronca, entonces lo sacudo un poco desde la vigilia absoluta. Me agarra una mano, con la otra le acaricio la cabeza. Le veo un par de canas, las primeras canas, y tomo conciencia de que nos conocemos hace 17 años. Hablamos otro poco, abrimos una ventana y entra aire fresco, se empieza a hacer de dia, y una vez mas nos despedidimos. Ese abrazo es el que te noquea, siempre. Ese abrazo. Me pregunto si alguna vez me anestesiare o naturalizare de alguna manera estas situaciones. Despedirse, reencontrarse, el proceso inverso a lo que vivi hace dos meses cuando me despedia de todos en Nueva York, cuando me recibian mi familia y mis amigos aca. Hoy mi hermana se rio de mi porque le pregunte: "y tu amigo no viene a Nueva York?" Y a ella le parecio gracioso que diga "viene" en vez de "va". Como si yo estuviera ahi. Y quizas hable asi de Buenos Aires cuando este alla. Hace dos años y medio que por distintos motivos siento que vivo en las dos ciudades. Me pregunto cuando empezare a sentirme en casa solo en una, cuando ire a la otra unicamente de visita, y por supuesto, me pregunto tambien cual sera cual.