Human nature

[I'm not apologizing]
[would it sound better if I were a man?]


Cada tanto me gusta sentarme con una pila de cartas de mis ex novios (lo de *pila* es porque si: hubo varios y, tambien, a casi todos les gustaba escribir, asi que me dejaron material para entretenerme). Me encanta hacer eso, pero no desde el masoquismo y mucho menos desde la nostalgia. Es casi como sentarse a disfrutar de un cuento, como leerme a traves de las palabras de otros, como si sin escribir hubiera quedado registrado en papel parte de quien fui. A que tipo de hombres elegia (o chicos, dado que la primera carta debe estar fechada en el 93) , que cosas despertaba en el otro, que cosas hacia con mis parejas, cuales eran los motivos de conflicto, cuales eran las cosas que les gustaban o atraian de mi o a mi de ellos: todo eso habla de como fui en diferentes momentos y me resulta interesantisimo mirarlo asi.

Amo las cartas y jamas en mi vida tire una, soy de las que guardan hasta las notitas que te pasabas por abajo del banco en la secundaria, los dibujos de cada alumno, los ta-te-tis en servilletas. No puedo ni concebir la idea de tirar un papel con algo escrito de punio y letra, me parece una idea aberrante, un sacrilegio, un desperdicio, una locura. Cabe recordar tambien que soy un desorden viviente, entonces no te imagines cajitas o carpetas prolijamente ordenadas con separadores que leen 2001 2002 2003, ah no, yo tengo mis cosas por cualquier parte, todo esta pero anda a saber adonde. Puede ser que en la pagina 237 de aquel libro haya una carta de amor, o entre las fotos del sur, o perdida en algun cajon, o mezclada con sobres que contienen viejos resultados de analisis de sangre. Y como dentro del placer que me da repasar cartas y cartitas tengo una particular preferencia por las cartas de amor o desamor (las de los hombres, bah), decidi ser minimamente ordenada en el rubro asignando con un grueso marcador azul la palabra "novios" a una caja de carton naranja con los bordes reventados. Claro, una bestia: Imaginate que todos iban a parar a ese mismo guiso, sin selectividad alguna. Y como la caja no tenia un compartimento con el prefijo "ex", y bueno, los pasados convivian ahi con el de turno en algo que me resultaba absolutamente inofensivo y completamente practico a mis fines revisionistas.

El quilombo se armo cuando uno de los de turno se convirtio en novio a largo plazo con cepillo de dientes, paseos al perro, consultas medicas y domingos incluidos. Y mira que este "novio" era uno de los buenos, de los simples, de los que no se calentaban con nada. Shanti shanti. Pero tambien yo, que animal. No se que esperaba.

- "Novios???" me preguntaba -" Estoy en una caja que se llama *novios*??? Noviosss, en plural. Todos juntos, ahi, revueltos. Soy lo mismo que el forro ese que te trataba como el orto, o que el pendejito con el que transabas en segundo anio?"

Es que imaginate mi poco grado de conciencia de la atrocidad que un dia le quise mostrar algo que me habia encantado de una de sus primeras cartas, entonces con toda la naturalidad del mundo (en un acto que a mi juicio destilaba dulzura) saque la caja y la apoye sobre mi cama. Vos entendes que yo no me daba cuenta de estas cosas, no? Ni registro. Nada.

Me acuerdo de este tipo de conductas y me rio. El repertorio de bestialidades es amplio. Y mira que era una buena novia eh, de buen corazon, jamas hubiera hecho esto desde la maldad. O quizas si, en el fondo (o con el tiempo) me di cuenta de que a veces hacia cosas para provocar a mis parejas. Es que en general me gustaron los tipos buenos. Estuve con algun que otro idiota, si, pero te juro que no es para mi. A mi me enamoran los tipos buenos. Y a veces algunos que eran muy buenos, entonces yo encontraba margen para ejercer mi libertad de maneras que ahora me causan hasta simpatia. No porque ahora haya cambiado el pensamiento profundo detras de todo esto: si yo no me puedo sentir libre entonces reviento, enloquezco y te mando a la reputamadre que te pario. El tema es evidente: lo que cambio es mi concepto de lo que es ser libre.

A mi se me mezclaron dos cosas: la primera, nunca me termino de cerrar la relacion de mis viejos. Los veia unidos por algo mas bien funcional, y si, tambien podia entender que habia amor pero es que para mi el amor es *tan* otra cosa. No puedo pensar el amor pura y exclusivamente en terminos practicos y me sorprende que tanta gente lo haga. El amor que se convierte casi en empresa, con costos fijos y variables, con ganancias y perdidas y balances. En cuanto a la pareja de mis padres, si tuviera que simplificarlo a su minima expresion, te diria no me gustaba como mi viejo la hablaba a mi vieja. Y tanto quise diferenciarme del rol de ella que termine pareciendome a el en algunos aspectos. Tanto era el miedo de ser debil que me converti en una mina que, -como te lo ilustro?- y bueno, metia a todos sus "novios" en una caja porque le quedaba comodo. Como si "novios" fuera igual a la suma de novio mas novio mas novio, y no, claro, en realidad nada que ver. Me converti en una mina que planteaba relaciones liberales, una mina que convencia a sus parejas de las cosas mas absurdas, una mina que sentia que no la iban a dejar nunca entonces seguia empujando y empujando. A veces pienso que quizas me hubiera curado de una buena patada en el orto, pero por algun motivo nadie me la daba. Me parece ahora que a veces la buscaba, porque por miedo a que me pateen todo el dia termine yo a las patadas voladoras y hasta por ahi te caia mi pie en el medio de la cara. Horrible. O no. Ya no se. Me acuerdo de como llore cuando ese novio a los 14 anios me corto. Era verano y eramos un grupito que no nos habiamos ido de vacaciones, asi que andabamos pelotudeando en masa todos los dias. El grupito estaba conformado, basicamente, por cinco varones y yo. De repente teniamos miembros que rotaban, pero esa era la base. Y claro, me enamore perdidamente de uno, y hasta que no me dio un beso no pare. Y despues del beso empezamos a salir, a armar listas de nombres de hijos y todas esas cosas que uno se puede permitir hacer a los 14 porque estan demasiado lejos del campo de lo real como para asustarte. Una noche de esas pegajosas estabamos en mi casa, habian pasado un par de semanas y estabamos dandonos unos besos en mi cuarto. El me queria tocar las tetas y recuerdo que era todo un tema, de esos en los que te preguntan si pueden y vos queres pero no esta muy segura de cuan trola te convertirias por algo asi, entonces decis que no, y el insiste y vos que no pero te reis, no sos energica, y de repente te encontras en medio de una negociacion que termina en algo asi como "por abajo de la remera pero por arriba del corpinio". Y claro, que la noche despues de este gran paso caiga en bici a decirte que "sos la mujer correcta en el momento equivocado" (ja, graciosisimo) te puede reventar el corazon. Te lo puede reventar a tal punto que jures que nunca mas alguien te va a dejar asi, que nunca mas te vas a exponer de tal forma. Y que se cumplan todas tus promesas, y nunca te dejen, pero tambien, que nunca te expongas. La fortaleza de los debiles, la seguridad de los cobardes, la soberbia de los que no entienden un carajo de nada. Entonces juras que vas hacer todo para que tus novios se enamoren perdidamente y piensen que sos *la* mina y jamas vayan a alejarse de vos. Claro que con el tiempo uno puede mirarlo de una manera mas sana aunque mucho mas cruda: quiza nunca fui *la* mina, quizas miles de millones de hombres me hubieran dejado, pero claro, yo solo miraba a tipos que sabia que no me iban a dejar. Quizas elegia a hombres asi para no sufrir, o para no estar expuesta a la posibilidad de sufrir. Para no ser como mi mama, digamos, o para no ser esa pendejita que quedo llorando con una teta afuera. Y en algun rincon o muy en el fondo saber que este extremo era una cagada, entonces provocar a estos hombres buenos a que me de esa bendita patada en el orto. Y que no llegue y no llegue entonces darme cuenta de que esto al final no me rinde tampoco. Y como no llega esa patada tener que tomar medidas drasticas y cachetearme a mi misma un buen rato, subirme a un avion, mudarme con un imbecil que me maltrate y despues entender que esto de los extremos ya duro casi un cuarto de siglo y quizas sea momento de respirar profundo, buscar un equilibrio y dejarme de romper las pelotas.
Entonces asi fue, convivencia terrorifica, corazon partido, pozo profundo, fin del invierno, luz de esperanza, sexo sin compromisos, mucha diversion, mucha soledad, reflexion, miedos, deseo. Un proceso de humanizacion importante, un buen periodo de entender algunas cosas y aceptar algunas otras.
Sentarme un buen dia a tomar un poco de whisky con un desconocido y enamorarme de la manera mas humanamente hermosa posible.