Wednesday, November 26, 2008

La ola verde

Hay que bracear, hay que patalear
Y nunca parar de respirar
Hay que bracear, hay que patalear
La costa va llegar

Hace 48 horas que no salgo de mi casa, no se muy bien por que, autodecrete enfermedad, sin sintomas aparentes pero con la sensacion de que algo no estaba preparado para the new york madness.
Digo, la energia de la gente te empuja o te aplasta, segun como agarres la ola, viste. Y hay veces que no necesitas ni intentar para saber que va a ser un momento de golpes (y porrazos).
Todo bien igual eh, no estuve llorando en la cama, solo estuve callada, como queria, decodificando pensamientos enredados, ordenando un poco el quilombo mental.
Los tramites de casamiento (y por ende de mi ansiada libertad en este pais) iban lentos, y por un momento estuvieron suspendidos porque quien iba a ser nuestro sponsor (cosas burocraticas que me da mucha fiaca explicar aca) tuvo un quilombo y se abrio, y la nueva busqueda iba lenta, hasta que ayer, un llamado despejo el panorama. Como odio hacer esos llamados, como odio pedir estas cosas. Al final nunca es tan grave, y cuando alguien te pide algo recordas que esta todo bien. Pero pedir, tener que pedir, aggghhhh. Que autosuficiencia del orto que me ataca a veces. En fin, las cosas se encaminaron nuevamente, pero ahora temo que no voy a tener las cosas listas a tiempo antes del deadline application para el master.
Basta, basta de pensamientos tan concretos, tan tangibles y frios, necesito volar, extraño volar. El cambio de año en el hemisferio norte se vive -o lo vivo- de manera muy diferente a mis experiencias porteñas. Alla era un alivio, salia el sol, vacaciones largas para digerir y archivar y empezar en limpio, no se, en el hemisferio norte hay una enorme falla de diseño: a quien cuernos se le ocurrio que empezar el año bajo cero era una buena idea?

Lo de las energias de los otros es todo un tema. O la conciencia tan nitida de la energia propia en relacion a los otros.

Como con bailar, ponele. Es un sentimiento que tengo identificadisimo pero me cuesta verbalizar. Se trata de algo asi como que cuando uno llega a una fiesta siente, pero siente de verdad, en el cuerpo, si va a ser una noche de bailar o no. Como que uno pone un pie en el lugar y la energia de la gente y la musica y todo lo que venia pasandole a uno por adentro se encuentran y enseguida se te prende una luz roja o una luz verde. La luz roja te hace sentir awkward, no soltas la cartera, tomas de tu cerveza sorbos cortos y rapidos, como un reflejo, para mantenerte ocupada, sabes que si fueras fumadora te prenderias un pucho, hablas mientras intentas bailar, como para establecer comunicacion por otro lado, porque con el cuerpo, con el cuerpo no das pie con bola. Tenes frio o tenes calor o te pican las medias. Sos conciente del paso del tiempo, de los movimientos de los otros, premeditas el momento de partir, y muchas veces sentis la necesidad de explicar por que te vas ("tengo que estudiar", "laburo temprano"). Sabes, no se te olvida ni por un minuto, que estas en luz roja. Te vas a dormir hiperracional y triste. La luz verde, por el contrario, muchas veces empieza con una abrazote de alguien que se apura a saludarte apenas entras, que hasta por ahi te hace girar tipo avioncito y todo. Demostraciones de afecto y buena onda. Sabes que tu energia esta arriba, la musica es perfecta y cada uno de tus movimientos fluye, sos canchera sin esfuerzo, no necesitas decir mucho pero lo que decis saca sonrisas, bailas y algo se libera, no tenes idea de que hora es y tampoco te importa, estas liviana. Liviana. No hay nudos mentales ni energias cruzadas. Te vas sin explicar nada, muchas veces por que ya no queda nadie a quien explicarle, o los que quedan se van con vos. Nadas y flotas en la cresta de la ola.
(tambien existen las noches de luz amarilla, que son las menos pero estan buenas, porque creiste que era una noche de luz roja pero de golpe pasa algo que te hace un click y el asunto despega y terminas en verde fluo. Muchas veces, despues de las noches de luz amarilla, uno es conciente del cambio y comenta que la cosa habia empezado como el culo y que por un momento casi cuelga todo).

Bueno, esto de bailar parece una metafora de lo mas pelotuda. Es una metofora de lo mas pelotuda.

Pero cuando estamos en luz roja, somos medio pelotudos.

Chau, me voy al taller.

7 Comments:

Blogger Ana said...

te entiendo...eso de pedir favores...esa situación incómoda que precede (en ciertas ocasiones) al alivio ante el sí inesperado y el "no hay problema!!!!"

12:02 PM  
Anonymous Anonymous said...

Yo hoy hice una cosa re luz verde, que daría un resultado re luz verde si sale.
Pero ahora estoy en roja y ackward y no creo que salga. Pero liviana, igual, porque la hice. Nu sé.

Me dejaste pensando, Urala.
Beso

3:34 PM  
Blogger Blue said...

Brillante, miss U, simplemente brillante. Adoro tu percepción, TAN a flor de piel.

4:51 PM  
Blogger Maria Belen said...

totalmente de acuerdo.

y prefiero los de luz amarilla, esas noches q estas sientiendo q no debiste moverte del lugar comodo donde estabas y de pronto te encontras con que no querrias estar en ningun otro sitio.

9:19 PM  
Blogger Pintina! said...

Yo creo que nací para pertenecer a esa ola de gente. Me mezclo enseguida perfecto. Me uno a esa energía. En cambio, marido mio la odia. Se enerva y se siente asfixiado. Por eso nos queremos tanto, porque cada tanto ni nos bancamos.

7:32 AM  
Anonymous Anonymous said...

sos una genia. exitos en tus cosas... y mucha luz verde!

4:05 PM  
Blogger nostofobia said...

hola uralita
para mi lo de bailar y el semaforo es una analogia muy acertada
nunca lo habia pensado asi

besos!

9:42 AM  

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