The New York Times

Salir apurada, despeinada, correr al subte porque uno entra en el NYC fast pace casi sin darse cuenta, algo sin sentido pero inevitable, y entonces encontrarse ahi corriendo como todos aunque si lo perdes viene otro casi al instante, sentarme con block de dibujo, regla y brown paper bag que oficia de cartuchera, llegar a clase y desplomarme en el asiento deseando un iPod con todo mi ser y todas mis fuerzas, abrir la billetera y encontrar solo dos dolares, elegir convertir uno de ellos en un Earl Grey, sonreir en el ascensor a alguien que elogia mi pelo, crazy and tangled, y gracias, volver a clase, te en mano y que se acerquen tres companieros a lo largo de la maniana a mirar mi trabajo y decir que les parece copado, que como lo haces, que wow its beautiful, que luego una mina vea que trabajo con papel y me regale una bolsa de shredded paper just because, y por ultimo que otro companiero se ofrezca a enseniarme how to make my own canvas, y claro que si, si a todos, si a todo, este dia viene con una buena onda increible.
Volver caminando por mi cuadra con un sol radiante, feliz, y de repente.... crash boom bang, el encargado del edificio que basta, no puede ser que sigan con la joda las noches de semana, ya llamaron los vecinos a quejarse otra vez, pero Victor, fue una vez, veniamos re tranquilas, viste como es esto, es que no es por mi, Uralita, pero tienen que entender que no pueden estar con musica hasta cualquier hora, y yo que si, que claro, si a todo otra vez.
Llegar a mi casa, apoyar mis cosas, servirme un vaso de coca y sentarme en el sillon solo para escribir que amo profundamente a esta ciudad, y que por todas estas cosas, las chiquitas y las enormes, soy muy muy feliz.