Esta historia, -que en realidad son muchas historias diferentes que se cruzan para fusionarse en una unica a traves de mi relato-, es dificil de contar. Dificil porque, al tratarse de muchas historias que se van entretejiendo, tengo que poder explicar cada una lo suficientemente bien como para que se entienda el hilo conductor.
La primera aclaracion es que despues de esta introduccion bla bla bla estoy a punto de escribir una reverenda pelotudez. Pero una de esas pelotudeces lindas, esas que te describen, que te pintan de pies a cabeza.
Lo segundo que tengo para decir es con respecto a lo que escribi antes de lo primero, que vendria a ser, no se, lo anteprimero? lo nulo? el cero. Que se yo. Ah, ah. La introduccion, lo habiamos llamado.
La segunda cosa, o tercera, que tengo para decir, es que en esa introduccion yo conte que
iba a contar una historia que era producto de otras muchas historias que la componian. Ja. Es mentira. Creo que en realidad es una sola historia la que tengo para contar. Pero por algun motivo mis manos escribieron eso. A la mañana en el shuffle vino una de amores perros seguida por una de pulp fiction. Influencias, quizas.
En fin, mi sencilla historia empieza, entonces, de la siguiente forma:
La Rata y L, en pleno apogeo de la relacion, decidieron irse upstate por el fin de semana. L alquilo un auto en el que, luego de un mensaje de texto que decia lista? , vendria a buscarla. En el "interin" (ja, palabra graciosa, la tenia olvidada), hicimos el llamado a nuestro proveedor. Al rato un tipo en un skate con su tupper lleno de bolsitas, un poco de conversacion que luego devino en entrevista pasando por temas tipo grafico de oferta y demanda de cannabis (adivinen donde se ubica el vierns en el cuadro) hasta las caracteristicas de la primavera neoyorkina, toma vos agarro yo, y listo. Viernes de sol, ya entramos en una clima de buen humor absoluto, fumamos un rato, hablamos mientras la rata hace el bolso, nos reimos. Llega L y bajamos, subimos los tres al auto: la flamante pareja adelante, y yo en el asiento trasero.
No, no, pero mira si voy a ser tan desubicada. No me estoy yendo al honeymoon. Solo un hitch hike hasta el post office.
Quizas si se trate de historias enlazadas?
Bueno. Por que tenia que ir yo al post office. El tema es que tener una hermana soon-to-be-married es divino... pero hay ciertas responsabilidades que cumplir. Ay que por favor mandame estas revistas, y estas otras, y a las de novia sumale todas esas de parents y parenting. No, no, no esta embarazada, es que trabaja en algo de eso. En fin, con la hermana comprometida aparece el futuro cuñado, que trabaja en diseño, y quiere tooodas estas otras revistas de marzo-abril y mayo-junio y si ves algo nuevo que este bueno por que no.
Asi que, volviendo al post office, ahi estaba yo con dos bolsas llenas de revistas que pesaban una tonelada. Por suerte L y la rata me llevaron en el auto, porque caminar hasta ahi con esos paquetes hubiera sido terrible.
En el momento que doy dos pasos con las bolsas pienso para mis adentros: si por algun motivo no puedo llegar a mandar este paquete, ni en pedo vuelvo caminando. Me pago un taxi. Y que.
Otro paso y me avivo, recien ahi, de que soy una pelotuda. Me olvide la direccion de mi hermana en un papel en mi casa. Es que se mudaron ahi hace poco. Bueno, pero que no cunda el panico que la produccion de este blog se comunica con Nextel, asi que agarre el radio y la llame. Despues de la puteada de que "te estuve llamando toda la semana nena nunca me atendes" que me tuve que comer, le pedi la direccion. Me la da, y, perfect timing, step forward please. Llego al mostrador arrastrando mis bolsas, una en cada mano, con el cuadernito sosteniendose bajo presion entre mi codo y mi cintura, y una birome destapada en la boca (no olvidar que tenia que anotar la direccion y para algunas cosas siempre estoy equipada).
Me reincorporo un poco, me corro el pelo de la cara y la birome de la boca, claro, y le cuento al señor que tengo que mandar un paquete a argentina. Me pregunta si traje caja. Le digo que no. Le pido una. Me dice que las que tiene son muy chicas o muy grandes. Para un poco, goldilocks. Esa grande esta buena. No, pero no podes. Porfissss pretty please. Pero no, que tenia que ser en una "priority box", que la compre en algun lado, los meta y la traiga mañana.
Perdida esta batalla, me levanto con la poca energia mental que me queda para seguir intentando el exito de mi plan. No por obstinada sino por la tremenda fiaca que me daria irme el sabado a un post office. Razones al margen, el tema es que digo, ya esta, me voy a una libreria aunque implique caminar dos cuadras mas con estas bolsas del infierno, pero lo hago de una buena vez.
Y mientras abro mi cartera para agarrar la billetera, con una sonrisa anticipando el sabor de la victoria, se me cruza un pensamiento que, de tan insolito e incompatible con la satisfccion de mi brillantez, mis problem solving skills y mi sentido de la responsabilidad, me hizo reir en voz alta.
Lo unico que faltaria es que me haya olvidado la... no. La puta madre. Me la olvide.
Asi que, sin billetera, no podia comprar ninguna caja y mucho menos pagar ningun envio a la argentina. Y sin billetera, ademas, tampoco podia pagar un taxi hsta mi casa.
Asi que la heroina de esta historia junto coraje, respiro hondo, levanto sus bolsas y emprendio la vuelta. Entre puteando algo y riendose un poco, puteando por saber que al dia siguiente la esperaba un combo de responsabilidades aburridas, riendose de ser tan pero tan pelotuda.
Prometiendo que esta vez aprendio la leccion. No se puede querer hacer todo.
Moraleja:
Si tomas, no manejas.
Si fumas, no tratas de hacer tramites en el post office.
Y esto lo estoy escribiendo en mi cuadernito, sentada en los escalones de un edificio que esta a mitad de camino entre el correo y mi casa.
La razon por la cual lo hago ahora es porque a veces se me van las ideas de la cabeza. Mira si cuando llego me lo olvide todo.
Bueno, esta bien. La verdad es que me sente porque me duelen los brazos. Sabado en el post office, que tal.
No puedo dar un paso mas con estas bolsas de mierda.